El fiscal federal Alberto Nisman, advirtió pocos meses antes de aparecer sin vida en el baño de su departamento de Puerto Madero con un tiro en la cabeza, que existÃa la posibilidad de que quisieran matarlo, por su investigación sobre el memorandum que Cristina Kirchner firmó con Irán.
"Aunque me quieran matar, aunque me quieran sacar del medio, esto no tiene retroceso", afirma Nisman en el audio de una conversación mantenida con el titular de la Agencia JudÃa de Noticias, Daniel Berliner, difundido en el programa de JoaquÃn Morales Solá en TN.
Berliner presentará en estos dÃas el libro "Memorándum" y en se marco difundió la grabación con la voz de Nisman, que aparece un tanto distorsionada, ya que la charla se realizó a través de Nextel, según explicó el periodista.
Berliner le confió a Morales Solá que la conversación tuvo lugar en agosto, unos cinco meses antes de su muerte, pero advirtió: "No recuerdo la fecha exacta".
"Esto termina, y cada vez en menos tiempo, con gente presa. Acá hay involucrados funcionarios del Estado, y la prueba me la otorga el mismo Estado", advierte Nisman en la conversación.
Nisman habla muy suelto sobre la causa con Berliner y agrega: "Esto es gravÃsimo. El Gobierno no está haciendo más que darme más elementos con la teorÃa de que ya se está armando".
"Sobra prueba, que sigan igual, que sigan igual. Vamos a ver cómo termina esto", desafÃa y agrega: "Antes creÃa que (la denuncia contra el Gobierno la presentarÃa) en un año; ahora, es una cuestión de meses".
En otro tramo, Nisman le dice a Berliner: "Cuando veas las pruebas, te agarrás la cabeza" y agrega su convicción de que "los máximos responsablse terminan presos en poco tiempo, no tengas dudas".
Enseguida, la parte medular de la charla: "Aunque me quieran matar, sacarme del medio, esto no tiene retroceso".
"Yo estoy tranquilo, los que no tienen que estar tranquilos son los que hicieron estas cosas", dice en referencia al memorándum, al que llama "mamotreto" y agrega: "Estoy indignado, avergonzado, asqueado de muchas cosas".
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El corrupto Nisman, que se la pasó viajando por todo el mundo con putas pagadas por todos nosotros, no dice quién quería matarlo. De hecho, ni siquiera dice que lo quieren matar. Su expresión es condicional: "Aunque me quieran matar".
Déjense ya de joder con esto, que sólo sirve para dos cosas: tapar los chanchullos de este gobierno y vender el libro de Berliner. A eso se dedica la TV pública.